Reducir el sufrimiento con aceptación

Todos a lo largo de nuestra vida hemos experimentado situaciones tristes y amargas, el perder a un ser querido, enfermedades, términos de relaciones de todo tipo, quedarse sin trabajo, ver partir a una mascota que amamos, entre muchas otras, pero todas con el mismo factor común, el dolor.

¿Qué es el dolor?

Cuando sufrimos algún daño físico y nos preguntan ¿dónde te duele? la respuesta es sencilla, señalamos el lugar donde físicamente tenemos el daño. Sin embargo, cuando se trata de dolor a nivel emocional, muchas veces es complejo señalar dónde nos duele, a veces pareciera que nos duele el cuerpo entero.

El dolor puede ser entendido como la experiencia primaria, es decir, el hecho en particular que nos está provocando el dolor en sí mismo, por ejemplo, la muerte de un ser querido, y que provoca una serie de sensaciones a nivel corporal

«El dolor es inevitable y el sufrimiento es opcional»

Esta frase que se le atribuye a Siddharta Gautama (Buda) hace alusión al dolor y sufrimiento como dos términos distintos. El dolor, como mencionamos antes puede ser entendido como la experiencia primaria que estoy viviendo, la experiencia directa, por ejemplo: perder mi trabajo. Esta situación nos genera un dolor físico y emocional producto de la pérdida que es real y que no podemos evitar, así como diversas situaciones que directamente nos provocan dolor en mayor o menor grado (enfermedad, término de relación, perder un ser querido, etc).

Sin embargo, los pensamientos, emociones y sentimientos que aparecen entorno a esa experiencia primaria es lo que llamamos sufrimiento. Siguiendo el ejemplo que comenté en el párrafo anterior: pierdo mi trabajo y surge el miedo, pensamientos del tipo no volveré a tener otro trabajo, ¿por qué me pasa esto a mí?, o no soy suficiente, seguidos de sentimientos de agobio o frustración.

Este bucle de pensamientos y emociones en el que caemos nos mantienen en una rumia mental que agranda y agrava la situación primaria, generándonos un verdadero sufrimiento; incluso podemos llegar a actuar como si ese diálogo interno fuera cierto.

Aceptación VS resignación

Frente a las situaciones complejas o difíciles que se presentan día a día existen diferentes  formas de responder: resignación, confrontación irracional o aceptación.

En muchas ocasiones se suelen homologar o incluso tomar como si fueran el mismo término la aceptación y la resignación. Sin embargo, veremos que difieren profundamente y más aún en los efectos de adoptar una u otra.

Resignación frente a una situación básicamente es no hacer nada al respecto, denota una actitud pasiva como si no se tuviera control alguno de la situación. Por otra parte, existe una posición de víctima frente a los hechos, pareciera que se acepta la situación, sin embargo se espera que fuera de una forma diferente, por ejemplo: «no hay nada que hacer, yo quería que fuera de otra manera, pero así es no más».

Por otro lado, la confrontación irracional a pesar de tener una actitud activa  no es efectiva, ya que se niega la situación o problema creyendo que tenemos más control del que tenemos. Frases como «esto no me puede pasar a mí».

Tanto resignarse como confrontar implican resistencia, lucha, y el querer cambiar de alguna manera la situación, ya sea de forma activa o pasiva, lo que acarrea una serie de pensamientos que acaban convirtiéndose en un diálogo interno que provoca sufrimiento o la «experiencia secundaria» que se mencionaba anteriormente.

Por medio de la aceptación, respondemos de manera activa sin resistencia aceptando los acontecimientos tal cual se presentan, sin luchar contra la realidad, entendiendo que el dolor forma parte de la vida. Al aceptar los acontecimientos nos liberamos de ese diálogo interno que nos dirige al sufrimiento permitiendo buscar otras vías y caminos sin ser víctimas de los sucesos.

Cuando aceptamos podemos observar que nuestro cuerpo no presenta tensión corporal. Por otra parte en situaciones dolorosas, que conllevan un duelo, aparece una tristeza serena, que nos impide ser felices, pero que es parte del proceso de aceptación.  

Principios de la aceptación

Javier García Campayo (2019) menciona ciertos principios de la aceptación:

– La realidad es como es, no podría ser de otra manera. Por eso debemos asumir que «todo es perfecto tal como es».

La no aceptación de la realidad no ayuda en nada a cambiar la situación, sólo genera más sufrimiento. El hecho de que ocurran sucesos que no son de mi agrado, no quiere decir que no deba ser así. La realidad es la que es, no como yo quisiera que fuera.

– Cada suceso que ocurre puede tener una causa, que no conozcamos las causas no quiere decir que no existan.

A veces tendemos a asumir por ejemplo, que cuando alguien nos daña de alguna manera lo hace de manera intencional y voluntaria sin saber la historia de vida de esa persona y qué lo ha llevado a actuar así, lo cual no significa justificar la acción, sino simplemente entender que puede existir una causa detrás de cada suceso.

– La vida vale la pena vivirla, incluso aunque tengamos que experimentar dolor.

Vivir conlleva dolor, múltiples duelos, pérdidas, enfermedades, y eso lo vivimos todos, pero a pesar de eso, el sentir que estamos vivos es maravilloso.

El hecho que aceptemos una situación no indica que estemos de acuerdo con ella o que no hagamos nada para cambiarlo. Hacemos lo que esté a nuestro alcance, pero teniendo claro que la realidad es como se está presentando, sin poner resistencia.

Mindfulness y aceptación

La atención plena es esa consciencia que surge al prestar atención deliberada e intencionalmente sin juicio y con aceptación de todo lo que está ocurriendo en el momento presente. El cultivo de la aceptación es uno de los pilares de la práctica de mindfulness, ya que no intentamos cambiar la realidad si no que aprender a vivir con ella. 

Las diferentes prácticas de atención plena nos ayudan a cultivar la aceptación del presente, tanto de lo que ocurre dentro y fuera de ti a través de ejercicios simples y sencillos. 

Queremos compartir contigo herramientas que permitan trabajar la aceptación a través del taller de mindfulness “reducir el sufrimiento con aceptación” el día viernes 16 de junio de 11,30 a 13,30 horas en el Instituto Cultural Europeo (calle Dr. Gómez Ulla, 16).

Para información y reservas ponte en contacto con nosotros llamando al 616 33 85 59 o escríbenos a hola@icesenior.com